Paulatinamente, el árbol irá adquiriendo un aspecto característico, y se puede empezar a pensar en cuál será la forma más apropiada para él. Algunos consejos los hallará en la página 18. Para la educación de una forma Moyogi, véanse las ilustraciones adyacentes y en las páginas 52 y 75.
Si se quiere educar una forma de escoba, no hay que suprimir el brote principal hasta que el tronco no haya alcanzado la altura deseada, porque con esta poda, se limita definitivamente su altura del tronco. A partir de este momento se podrán desarrollar con uniformidad los brotes laterales. Esto significa que el tronco se robustecerá. La copa del árbol se formará podando continuamente los nuevos brotes.
Después de tres o cuatro años se pueden alambrar el tronco y las ramas principales. Tratándose de coniferas esto suele ser imprescindible.
Después de cinco o seis años, la planta joven ya se ha hecho un arboiito, y ya se puede trasplantar a un cuenco de Bonsai.
domingo, 23 de agosto de 2009
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