Hay dos formas fundamentales en la educación de un Bonsai sobre roca: Bonsai que tienen sus raíces en la misma roca y que no tienen ningún contacto con la tierra del tiesto, y Bonsai cuyas raíces crecen rodeando la roca, hasta llegar a arraigar en la tierra.
Se consiguen buenas plantaciones sobre roca, si las plantas, las piedras y el cuenco forman una unidad. Tendrán naturalidad si, al igual que se hace con los bosques de Bonsai o con el Saikei, se realiza un croquis para poder decidir mejor cómo combinar las piedras y las plantas de la forma más idónea. Naturalmente ello depende de qué parte de un paisaje rocoso se pretenda reproducir, y de la perspectiva que se escoja. Se puede elegir entre un paisaje visto de cerca o visto de lejos. Estas reflexiones determinan la correlación entre sus dos elementos básicos. Las piedras se convierten en verdaderas montañas rocosas si los árboles que se han plantado encima son de tamaño pequeño, pero se vuelven pedruscos si los árboles las dominan en su tamaño. En el primer caso se tratará de plantas arraigadas sobre la misma piedra; en el segundo caso, de plantas cuyas raíces, rodeando la piedra, han arraigado en el suelo. Pero también hay muchas variantes de estas formas principales; por ejemplo, las raíces de un Bonsai sobre roca pueden extraer las sustancias nutritivas en parte de la misma roca, y en parte de la tierra del cuenco. Las plantas pueden estar ya previamente modeladas y alambradas , antes de ser colocadas en la roca, o pueden haber recibido sólo una educación muy primaria.
La realización de Bonsai sobre piedras le permitirá dejar correr la imaginación ilimitadamente. Sin embargo, se debería evitar que piedras y plantas relacionadas entre sí sean del mismo tamaño, pues ésto restaría naturalidad y vida a la plantación.
Los recipientes utilizados para plantar Bonsai sobre roca suelen ser bandejas poco profundas, en colores reposados y neutros.
domingo, 26 de julio de 2009
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