Clorosis. Las hojas y las agujas se vuelven amarillas, mientras que la nervadura queda de color verde. La causa principal de esta enfermedad es la falta de hierro. Riégúese la planta con Fetrilon-Combi F.
Si la tierra es demasiado densa y está muy mojada, también puede provocar los mismos síntomas, ya que la planta no obtiene suficiente oxígeno. En este caso, se aligera la tierra, se replanta y se riega menos.
Mildiu auténtico. Aparece en forma de unas manchas blancas en la parte superior de las hojas. Puede estar causado por temperaturas demasiado altas y, a la vez, por falta de aireación o por una humedad ambiente excesiva. Es una enfermedad de hongos, por ello se combate con un fungicida. Se pueden usar: Benomyl (Dupont), una solución del 0,25% de F 238 (Bayer), o con azufre electrolítico al 0,4%. Otros cuidados que ayudarán a sanar el árbol son: limpiar la copa, eliminar las hojas afectadas y mucho aire fresco.
Falso mildiu. Este hongo suele estar en la parte inferior de la hoja, y a partir de ahí penetra en la planta. En la parte inferior aparecerá un moho gris, y en la parte superior de la hoja aparecerán manchas amarillas. Hay que airear más la planta y tratarla con Euparen o con Polyram Combi.
Enfermedad del «lóbulo» en azaleas. Las hojas se deforman y forman una especie de «lóbulo», que primero es de color verde claro y luego adquiere unas manchas blancuzcas. Hay que eliminar las hojas afectadas y tratar la planta con Zineb o con preparados de Combi.
Roya del arce. Esta enfermedad, causada por un hongo, produce unas pústulas rojas de tamaño variable, sobre la corteza. Primero se muere la corteza y luego toda la rama. Aquí sólo sirve ir cortando hasta llegar a la madera sana.
Hongo de los pinos. Afecta a los pinos jóvenes; durante el otoño y el invierno salen unas manchas marrones en sus agujas, que luego en primavera se convierten en rayas negras y acaban produciendo la muerte de todas las agujas. Si en la proximidad de donde se tienen los pinos se han producido casos de esta enfermedad, hay que tratarlos preventivamente con polvo BASF-Maneb al 0,2% o con Dithane-Ultra al 0,2%, cada 15 días, de julio a mediados de agosto. Por el contrario, si .las hojas se vuelven pardas y se caen en otoño, no se trata de la afección provocada por el hongo, sino de la renovación normal de las agujas.
Mildiu negro estrellado. Se trata de unas manchas negras que se producen sobre las hojas, como si se tratara de hollín. Pueden verse afectadas las especies de olmos (celcobas) y se suele producir en un lado de la planta. Se puede combatir con Ortho-Phaltan 50.
La putrefacción de las raíces es muy frecuente y puede tener varias causas. Se puede producir por unos cuidados equivocados, como por ejemplo un riego excesivo, demasiado abono o, simplemente, por una mezcla de tierra equivocada. Si han estado muy secas, las raíces capilares se mueren y, al regar de nuevo, las restantes empiezan a pudrirse.
Primero hay que eliminar todas las partes de las raíces afectadas, y sumergir el resto por un momento en una solución de Benomyl (Dupont) o de Orthocid antes de volver a plantar el arbolito en tierra nueva. Primero hay que regarlo muy poco, porque las raíces capilares tienen que irse desarrollando de nuevo, y el árbol estará muy debilitado y no podrá absorber tanta agua como una planta sana. Hay que rociar el Bonsai a menudo y colocarlo más a la sombra, resguardado del viento.
Naturalmente, no se debe abonar una planta dañada en su sistema de raíces, hasta que no haya desarrollado nuevas raíces sanas.
Muerte de las ramas. Se suele producir en especies de arce, causada por un hongo.
Las yemas no brotan y si lo hacen, los nuevos brotes se mueren. Aquí no hay ningún sistema eficaz, y sólo se puede ir podando hasta dejar únicamente las partes sanas del árbol.
martes, 1 de septiembre de 2009
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